1994 Hispanidad en Luzon

Visité Ilocos gracias a Regalado Ricky Jose, el gran especialista en el marfil y el arte religioso filipino, a quien había conocido ya en España, pero que además es hermano de Rico José, y gracias a eso compartimos casa en Cubao

Y a pesar de su ayuda, su interés e incluso el obispos intentando ayudarme, fue especialmente complicado encontrar españoles en Ilocos. El obispo de la archidiócesis de Nueva Segovia, por ejemplo, conocía a gente en Cotabato, pero no en Ilocos, y el de Laoag, en Ilocos norte, tampoco sabía bien. Estuvimos durmiendo en la diócesis y no, la verdad que no es un hotel de 5 estrellas: las camas son buenas para ser Filipinas, pero ese colchón tradicional no me dejó relajado.

Las pruebas de la herencia hispana son múltiples, y no solo porque Vigan se autodenomine como Ciudad Fernandina y por las calesas para turistas. La placa del Philippine Historical Committee de 1951 en la Mansión Syquia, donde había vivido la familia del antiguo presidente Quirino era una prueba evidente de que el español no es tan minoritario como tanto se repite: incluso seis años después de la ocupación, se escribió en castellano. 

Al único que pude entrevistar el 6 de junio de 1994 fue al padre Mariano Pacis, nacido en 1912 y ordenado en 1938. Comenzamos en español, pero acabamos casi todo en inglés porque le era más fácil, para él pero también para mí, porque así estaba seguro que me entendía. En el centro de Vigan muchas familias hablaban español y en los años treinta muchos niños; después de la guerra hubo profesores que fueron a aprender a Manila, pero no había textos y luego además no se practicaba tras usarlo en la escuela.

Me dice que la gente prefería hablar español, porque era más fácil, pero no me sabía elaborar más sobre ello. En el seminario había lo que se llamaba el Recreation time, cuando se pedía hablar el español, aunque la lengua principal era el ilocano y dejó de usarlo en la High School “you were fined if you speak Ilocano”

Se refiere a España como la motherland, la Madre Patria, un término que se dejó de usar tras el final de la Guerra y la Independencia, pero insiste “Si no fuera por España seríamos musulmanes [] Somos el único país católico en Asia”. Y le apunto también: “America destroyed the Faith in the Philippines” y “Without the promotion of the faith in the Philippines, the people became more materialistic.”

Y un último recuerdo de España, el anuncio de la ginebra Matador, “para los auténticos machos”, una imagen del español asociada a la virilidad que tiene que ver con la de los conquistadores y que incluso se ha utilizado en campañas electorales. El brandy Fundador se bebía mucho en la guerra.

Bicol

Sobre Bicol, me habló Carmen Carceller el 3 de junio de 1994, que me dijo que en su capital, Legazpi, estaban el Fondo Benéfico Española y la Cámara de Comercio para los entre 30 o 40 españoles que estaban allí y que de las quince chicas todas se casaron con ingleses. Sobre el idioma, asegura que rara era la familia que no hablaba español y por sus relaciones “no usaba el inglés más que en la escuela.”, ya que lo hablaban tanto las comunidades extranjeras, “como los griegos y los chinos.” En Bicol hasta la servidumbre hablaba español. La misa era en bicolano y sólo empezó a ser en inglés después de la guerra; en Manila se daba sermón en español e inglés, por horas. Sobre la nacionalidad, nadie se lo preguntaba: “A mí me daba lo mismo ser española o no”. Carlos Muñoz aseguro al preguntarle que un embajador español le dijo “Hazte filipino, total, siempre podrás volver a tener la nacionalidad española”

Su vivencia de la ocupación japonesa fue suave: “No les tenía nada de miedo”. Y aunque no quería que lo escribiera, recordó que ella recogía las noticias de los Aliados por la radio y en la iglesia se las pasaba a otra mujer que estaba con las guerrillas cambiándose el abanico. Parece que usaba también el nombre de Franco para que los japoneses les dejaran tranquilos. Pasó un año en Lucena, donde había también mucha gente que hablaba español: la gente profesional: “porque sabía español se creía que había puesto una pica en Flandes”

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