Los juegos frustrados de 1940

Foto: Uno de las carteles anunciadores de los Juegos Olímpicos de 1940, editado por la Oficina de Correos de Nagoya, incitaba a ahorrar. El cartel mezcla imágenes que connotan la eternidad de un Japón diferente del resto del mundo: una imagen del Fuji, claramente asimétrico, un banderín con la bandera sin rayos (no la del ejército) y símbolos de nubes en espiral. Lo más interesante es la fecha que aparece, Nōki 2600, el aparente aniversario de la ascensión del Emperador Jimmu, según las leyendas, al trono japonés. 

Los Juegos Olímpicos tienen una breve  recorrido  en Asia, aunque intenso. En 1931, la ciudad de Tokio mostró por primera vez interés oficialmente en las Olimpiadas; en 1935, su Asamblea lo aprobó, entrando en el pool de candidatas con Roma y Helsinki, al mismo tiempo que estableció la Oficina de Planificación de la celebración del 2600 Aniversario. La elección de Tokyo (junto con Sapporo como sede de los Juegos de Invierno) fue el 31 de julio de 1936, al inicio de los Juegos Olímpicos en Berlín. Apenas un año después, Japón invadió China y tras ello el presidente del Comité Olímpico Internacional Henri de Baillet-Latour avisó de que los juegos de Tokyo debían cancelarse porque muchos países los boicotearían. Por su parte el ejército japonés hizo dos advertencias: la primera, su imposibilidad de suministrar caballos para competiciones ecuestres porque estarían ocupados en la guerra, y, la segunda, la orden de supresión del metal de todas las construcciones olímpicas, que habrían de hacerse de madera, pues el metal era necesario para la guerra. Finalmente, en julio de 1938, Tokio desestimó el derecho a organizar los Juegos. 

La decisión de 1938 fue difícil de tomar. El éxito de los nazis había sido indiscutible a pesar de sus medidas radicales. En Berlín bastó con quitar los carteles prohibiendo el acceso de los judíos a las tiendas para dar la impresión de normalidad y los Juegos alternativos, que se celebraron en Barcelona, acabaron peor aún, al coincidir con el estallido de la Guerra Civil española.  De hecho, cuando Tokio salió elegida en 2013, apenas se ha hablado de la cancelación de esos “Juegos Fantasma” de 1940 Se ha mencionado a 2020 como la segunda ocasión y en ocasiones se ha afirmado sin rubor que no hubo Juegos Olímpicos entre 1936 y 1948. La exposición del Tokyo Metropolitan Edo-Tokyo de 2019 se limita a explicar esa cancelación “porque la condición global se agravó”, aunque una buena parte de los productos exhibidos provienen de esos momentos, Torsten Weber lo calcula en un cuarto el total.

El fracaso de 1940 permite conocer Japón de una forma alternativa, por la importancia de la mitología y del pansasianismo, pero también por las continuidades entre el  militarismo y la posguerra. La fecha de 2660 empieza a tener sentido en 1872, cuando el gobierno japonés estableció que la fundación de Japón había sido el 11 de febrero del 660 a.C. siguiendo un recuento a partir de dos textos del siglo VII, el Kojiki y el Nihon Shoki. Aunque sólo son fiables para establecer los orígenes de la casa imperial hasta el siglo VI (de hecho, la evidencia empírica fecha la fundación de Tokio mil años después), el gobierno necesitaba insistir en su veracidad para sustentar la legitimidad política. No es un tema baladí, China también se refería a sus orígenes a partir de un personaje mítico cuya divinidad era transmitida a sus sucesores a lo largo de unas dinastías que continuaban hasta el emperador que gobernaba entonces. De hecho, una de las discusiones que tuvieron los cristianos ibéricos cuando llegaron a Japón fue precisamente la fecha del origen del mundo, porque siguiendo los textos cristianos era diferente con la ofrecida por los textos chinos

Vincular directamente el acceso al trono del Emperador Jinmu favorecía las ambiciones expansionistas niponas. Era una mezcla de verdad y ficción, porque la parte final de esa continuidad de la familia imperial era verídica, al igual que con China; recientemente, se ha comprobado que una de esas dinastías consideradas mitológicas existió en realidad. Pero más allá del auge del interés por la Historia en esos años, el significado político es evidente si tenemos en cuenta que Japón invadió Manchuria en ese mismo año de 1931. Tras la caída de la monarquía china, Japón se esforzó por legitimar su conquista asegurando que era el verdadero detentador de la cultura china clásica. De hecho, Japón continuó con la celebración de esos Juegos con una especie de cita paralímpica en la que participaron 700 atletas. Y hubo muchas celebraciones más de ese 2600 aniversario. Fue un sustituto panasianista a los que iban a ser los primeros Juegos Olímpicos en Asia. Al fin y al cabo, fue su año cumbre.

Las continuidades entre el Japón militarista y el de la posguerra también aparecen en estas Olimpiadas Fantasma. Por un lado, la implicación de los grandes almacenes, que entonces funcionaban como tiendas de venta al detall pero también como lugares de divertimento, ofreciendo exhibiciones destinadas a elevar la conciencia popular, como la eugenesia o la glorificación del imperio, tal como ha ocurrido en la posguerra. Por el otro, porque ya se ve el papel de las oficinas postales en el auge económico japones de posguerra. Los ahorros de la población han pasado a financiar a las empresas at través precisamente de estas oficinas postales que a lo largo de todo el país, incluidas las zonas más rurales, han captado sus ahorros.  Además, los Juegos de 1964 se materialización en parte con el impulso de 1940; el camino de la antorcha estuvo basado en el plan de 1940, el mismo gobernador de Tokio que los impulso, Azuma Ryotaro, había estado en la solicitud de 1931 y el Parque Olímpico Komazawa fue construido en terrenos antiguamente utilizados por el Ejercito.

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad