Yakuza, demanda y oferta
La única vez que noté unos mafiosos fue en el metro. Estaban sentados charlando, con los pies sobre el asiento y los zapatos en el suelo. Miré sus manos y, efectivamente, tenían el dedo meñique amputado. La yakuza sigue existiendo. Los jóvenes se entrenan pidiendo dinero a la gente en las colas o a los […]