Apasionada guerra fría
Era la una de la madrugada, cerca de la Puerta del Sol. Se me acercó una señora que yo creí que iba a venderme flores. No las llevaba y, en cambio, me dijo: «Kankoku» (Corea), «Hoteru» (hotel) y «Wakarimasen» (no comprendo). Supuse que se había perdido. Ella insistía en un 9, y con la ayuda […]