Si hay un deporte que los japoneses consideran propio es el beisbol. La imagen de un restaurante pequeño en Japón va asociada con una televisión con un partido de beisbol
Se menciona a menudo la creciente atención que se dedica a otros deportes, y en particular es llamativa la popularidad de la J-League de fútbol desde los años noventa, con numerosos jugadores japoneses disputando ligas extranjeras. Está precedida por el ejemplo del béisbol. Tiene liga profesional desde 1935 y la asociación con Estados Unidos ayudó mucho en la reconciliación tras la derrota. Para muchos se ha convertido en una especie de deporte nacional y numerosos jugadores japoneses han triunfado en Estados Unidos, como Ichirō Suzuki. En 1949, un American All-Starts Tour fue calificado por el propio MacArthur como «el hecho más importante de la diplomacia americana en toda la historia norteamericana», y calificaciones parecidas han merecido las jornadas de lucha libre organizadas por un político nikkei, Antonio Inoki, entre Japón y Corea del Norte en 2017.