Col. Historia, 32.
Madrid: CSIC, 1997
Páginas:206 pp.
ISBN: 84-00-07634-3
De Tesina en 1985 pasó a libro del CSIC en 1997 añadiendo datos sobre la era moderna, unos cuantos congresos y una pequeña cata en Bangkok, especialmente en la Siam Society. El embajador embajador Emilio de Miguel recuerda en su blog que esta a punto de hacer las bodas de plata
https://abcblogs.abc.es/bukubuku/historia/espanoles-en-siam-1.html
Los contactos entre dos territorios a los que la acción pública no llega. Los individuos y su búsqueda de beneficios (comerciales, espirituales o puramente personales) determinaron los hechos que han jalonado las relaciones mutuas: expediciones con ánimo de conquista, embajadas para establecer lazos comerciales, intentos de evangelizar sin autorización superior, etc. Aventureros, misioneros y comerciantes encontraron en Siam un territorio apropiado para actuar sin estar atados más que a sus propios intereses. Como en muchos otros territorios, consiguieron atraer la acción estatal, provocando que ésta haya sido dominada de principio a fin por esos objetivos particulares.
El libro cubre desde 1540, fecha de la llegada de un gallego a Patani, un territorio sometido poco más que nominalmente al poder central siamés. Hasta 1939, año en que aparecen los primeros intereses políticos de Madrid por Bangkok, atraído el gobierno de Franco por la creciente influencia de Tokio en Asia. Siam fue uno de los ejemplos más claros de esa influencia japonesa y como consecuencia de ello, ese mismo año de 1939 pasó a llamarse “Thailandia”, o tierra de los hombres libres -y que el etnocentrismo de la RAE mantiene sin la hache intercalada, cambiando radicalmente el significado del país.
Los cinco capítulos del volumen cubren las fases de la presencia ibérica en Asia: ansias de expansión al principio, dominio del comercio en los siglos XVII y XVIII, el contacto directo entre Manila y Madrid y, después de 1898, unos contactos en los que predomina el desinterés. El quinto capítulo estudia la importancia de las imágenes y las percepciones, que en buen número de ocasiones preceden en importancia a los hechos en sí.
Para la foto, fui un poco en plan reivindicativo con una foto del antiguo campo que se concedió a los españoles tras una famosa expedición, el “Nuestra Señora del Soto y S. Buenaventura”, en la antigua capital Thai, Ayudhya. No ha servido de nada, la presencia española sigue ausente y solo queda el hombre con el torso desnudo de la foto, alto, de tez clara y con unas buenas narices, que se preciaba de ser descendiente de los portugueses. Ese monolito y esas edificaciones recuerdan al previo Campo Japón, que fue el que luego concedieron a los españoles tras el aislamiento nipón.
El nombre también fue reivindicativo, quiero expresar que los contactos con Siam han sido básicamente individuos, el Estado ha llegado sobre todo arrastrado por esos intereses personales. Aventureros, misioneros o comerciantes fueron los actores casi exclusivos de los contactos. Y para cuando se haga una versión en inglés, el título está claro: When Southeast Asia did not exist. La ventaja de la visión a largo plazo de las relaciones entre dos países con intereses políticos, religiosos, económicos que los separaban es comprobar que, a pesar de ello, los esfuerzos mutuos por acercarse son recurrentes. Aunque todavía no existía el concepto de Sudeste de Asia, de tiempo en tiempo habia esfuerzos por incrementar las relaciones.