Cómo pudieron llegar unos Jarrones Satsuma a España

Encargo para vender unos jarrones

A fines del mes de mayo de 2004, fui contactado por la Galería de Arte Arteaga en relación con la supuesta veracidad de la historia de dos jarrones Satsuma. Estos dos jarrones, presuntamente, habían sido enviados a España como regalo ante una visita del emperador Showa (r. 1925-1989), que no pudo cumplirse debido a la proclamación de la Segunda República española en abril de 1931 y que habrían acabado vendidos en 1945, tras la ruptura de relaciones entre España y Japón de 12 de abril de 1945.

El encargo me obligó a meterme en la historia de las relaciones hispano-japonesas a través del arte y lo incluyo aquí.

1.-Introducción

Los únicos datos con los que era posible contar en esos momentos fueron:

  • No había constancia de tal proyecto de visita imperial.
  • Durante la guerra civil española, la Agrupación Socialista Madrileña se apropió de algunos de los locales del edificio de la calle Alcalá 87, donde se encontraba la legación.
  • Durante esos años fueron confiscados cuadros y coches.
  • La legación de Brasil se hizo cargo de la protección de los intereses japoneses en la España republicana e impidió en la medida de lo posible cualquier alteración de los bienes o propiedades de la legación japonesa.
  • En 1945, efectivamente, el gobierno español rompió relaciones diplomáticas con Japón y tuvo encerrados en sus domicilios a los diplomáticos japoneses en España hasta el mes de enero de 1946, en que regresaron a Japón a bordo del barco Plus Ultra, enviado a Filipinas a recoger españoles supervenientes de la batalla de Manila.
  • Durante el período en que los diplomáticos japoneses estuvieron encerrados, su tratamiento fue muy laxo y pudieron salir diariamente de sus respectivos domicilios e incluso viajar sin excesivos problemas, aunque siempre pidieron permiso y fueron acompañados de policías de la Dirección General de Seguridad.
  • El escrito sobre esa historia contenía algunos pequeños errores, puesto que entonces no hubo embajada de Japón, sino simplemente una legación, a cargo de un ministro, aunque ciertamente hubo conversaciones para elevar el estatus de las representaciones en 1942 y 1943, cuando la aprobación japonesa (incluido el Consejo Imperial) fue seguida por la ralentización desde la parte española, que en esas fechas empezó a dudar del futuro militar de Japón.

Suma era un embajador involucrado en arte, gran conocedor de las tendencias artísticas y amigo de artistas, como Vázquez Díaz, que le hizo retrato a él y a su mujer. El entonces joven diplomático Hayashiya me lo contó porque le acompañaba tras regresar de Salamanca a Madrid y me decía que habría sido un perfecto embajador para tiempos de paz. Con posterioridad a este informe, Kenji Matsuda ha publicado «Yakichiro Suma. El ministro plenipotenciario y la crítica de arte española», en Arte, poder y sociedad en la España de los siglos XV a XX, Miguel Cabañas Bravo, Amelia López-Yarto Elizalde, Wifredo Rincón García (eds.), CSIC, 2008, pp. 687-698.

2. Líneas de investigación

 

El esfuerzo por documentar el pasado de los jarrones desde su llegada a España pasa por tratar de asegurar algunas de las aseveraciones recibidas por el padre del comprador, a saber:

  • Proyecto de visita de S. A. I. Hirohito a España en el año 1931
  • Presencia de los jarrones en el/los edificios oficiales japoneses en el período 1931-1945.
  • Constancia de la venta por parte de la legación japonesa en Madrid.

Como objetivos secundarios, y teniendo en cuenta la información de que contamos, se busca más información sobre:

  • Otras visitas de la familia imperial japonesa a España.
  • Posibilidad que los jarrones desaparecieran durante la guerra civil.

La documentación más concluyente al respecto sería:

  • Los inventarios de efectos existentes en la legación nipona. Es posible encontrarlos en los archivos nipones, pero también es posible que haya copias en otros archivos, ya fuera por los problemas durante la guerra civil o por los de 1945. Legalmente no tendría que estar en los archivos españoles, puesto que los listados deben ser realizados por personal de las legaciones de los países que están a cargo de la representación de intereses, en el primer caso Brasil y en el segundo Suiza.
  • Solicitud de importación de los jarrones. Siendo para uso oficial, era posible que se solicitara oficialmente la exención de tasas.

Los problemas existentes para encontrar referencias sobre el pasado de los jarrones:

  • Una buena parte de la documentación japonesa se quemó en los últimos días de la guerra del Pacífico, y en los previos a de la llegada de los contingentes norteamericanos de ocupación. El archivo del Ministerio de Exteriores cambió de organización precisamente en el año 1931, pasando de Archivo Histórico (documentación agrupada en grandes temas y numerada por legajos) al Renovado (temas más concretos, dividiendo en expedientes la documentación de los legajos).
  • Imposibilidad de certificar hechos concretos simplemente en base a los ficheros de los archivos. En el caso del emperador Shôwa, por ejemplo, la ficha más temprana con su nombre (Hirohito) aparece fechada en 1960, precisamente con el nacimiento del actual príncipe heredero, Hironomiya  o Naruhito. En algunos casos, la documentación se ha perdido, como ocurre con el expediente personal del ministro español que presentó cartas credenciales en febrero de 1931, José Francisco de Cárdenas, que después fue embajador en Washington.
  • La documentación relativa a la guerra civil se halla dispersa entre el llamado Archivo de Barcelona, la documentación trasladada para ser utilizada cuando la diplomacia republicana funcionó fuera de Madrid, el resto de documentación republicana y la generada en la zona nacional, proveniente también de ciudades diversas, como Burgos, Salamanca e incluso San Sebastián.

Recientes avances en la documentación y la catalogación han supuesto ventajas importantes para conseguir un estudio más completo de los fondos:

  • La documentación remanente se puede consultar en la página web www.jacar.go.jp, pero no hay ninguna referencia clara a las posibles visitas
  • La documentación del Ministerio de Exteriores relativa a la guerra civil se halla excelentemente indexada en la base de datos GUCI, disponible en la web del Ministerio de Cultura.
  • La posibilidad de realizar fotografías digitales en el Archivo del Ministerio de Asuntos Exteriores.

3.Acciones

3.1.-  Correspondencia

  • 22 de junio: Se envían cartas a los dos diplomáticos aún vivos que trabajaron en la legación de Japón en Madrid durante el período de estudio:
    • Harushige Kaneda. Residió en España antes del estallido de la guerra civil, después viajó a Salamanca y allí estuvo trabajando hasta su regreso a Madrid, tras el retorno de la legación de Japón a Madrid, en el año 1940. 
    • Eikichi Hayashiya. Diplomático que llegó a España en 1941 para especializarse en el idioma durante dos años, viviendo en Salamanca como joven de lenguas. En 1944, Hayashiya, sin poder regresar a Japón, pasó a residir en Madrid y a trabajar en la legación, donde contaba con un apoyo especial del ministro Yakichirô Suma, llegando a ser de su círculo segundo, con quien tuvo confidencias, según él me contaba personalmente, e incluso regresando a Japón en el buque Plus Ultra junto con el Ministro Yakichirô Suma. 

4. Objetivo:

  • Establecer si se acuerdan de tales jarrones y si estuvieron en las legaciones de Japón en los años 1931-1945.

4.1.Consultas en Archivos

A) Archivo del Ministerio de Asuntos Exteriores

 

Legajos consultados

Objetivo: Buscar posibles referencias a la visita imperial.

  1. H-1928. Consulado de España en Kobe, adonde se trasladó la residencia del ministro español tas el terremoto de 1923.
  2. H-1636. Notas verbales entre España y Japón. Ninguna referencia.
  3. H-3279. Regalos. Ninguna referencia.
  4. H-2656. Condecoraciones. Ninguna referencia.
  5. H-2540. Japón. Varios (1929). Hay referencias a la frustrada visita del príncipe Chichibu, aunque no a la de su hermano Takamatsu.
  6. H-3272-3273. Correspondencia con casas reales. Ninguna referencia. Fotocopias.
  7. C-311. Insignias. Funcionarios que desean la medalla de homenaje.
  8. C-479. (1929) La legación de Japón desea saber las condecoraciones que se conceden en diversas casas. Sin relación, pregunta por la práctica española en medallas de salvamente.
  9. C-480 (1929) Ídem.
  10. H-3269.  (1927-31) Audiencias a cuerpo diplomático y personajes extranjeros.
  11. R-2571-19-06. Sobre protección del local de la embajada de Japón en Madrid. Hubo problemas porque el representante republicano en Tokio, José Luis Álvarez Taladriz, no consiguió acceder a la legación y siguió ocupada por los pronacionales (Carta de Giral al embajador de Brasil; Brasil solicita que continúe la vigilancia tras la ruptura de relaciones).
  12. R-1001-3. Donativos.    
  13. R-1007-7 Expulsiones.
  14. R-1008-1 Reconocimientos.
  15. R-1069-37 Personal del Ministerio, de Embajadas y Consulados.
  16. R-1784/9. Incautación. Mención al automóvil y a los cuadros. También se hace mención a los «efectos y muebles propiedad personal». Se puede comprobar la tensión entre las relaciones oficiales, que repercute también en Brasil. Brasil también se hizo cargo de los dos locales del consulado en Barcelona en donde se hallaban recogidos «muebles, ropas y otros objetos que no pudieron ser sacados al extranjero». En mayo de 1937, dos individuos armados aprehendieron dos automóviles (Cadillac M-38115 y Ford M-54191, propiedad de Yano y Takaoka) de la legación japonesa asegurando que cumplían ordenes de la «Jefatura de transportes militares por Carretera de la Demarcación de Madrid». El local se hallaba protegido por guardias y siguió siéndolo tras la ruptura de relaciones.
  17. R-1784-4. Sobre la intervención de la cancillería brasileña. Correspondencia desde Brasil.
  18. R-526-17. Expediente Sucesos de Julio de 1936. Sede de la legación en Alcalá 87, bajo izqda. Incautado por la Agrupación Socialista Madrileña (CEIP).
  19. R-833-34. Incautaciones. Información reservada en relación con Japón. Intento de que Japón preste barcos a los nacionales, tras el hundimiento del crucero Baleares.
  20. R-883-1/71. Contabilidad, consignaciones y créditos. Japón: 49/50. Consignaciones y Créditos de Representaciones en España.
  21. R-996-4 Informaciones desde Filipinas. (Propaganda Republicana y Actividades anti-Republicanas) Servicio Diplomático Consular Nacionalista.
  22. Takamatsu, príncipes de (1929-1931). Viaje de los ____ del Japón a esta Corte para hacer entrega del Collar de Meiji de Crisantemo a S. M. el Rey. Brindis durante la recepción real recordando la frustrada visita del príncipe Chichibu, el regalo fue una caja pequeña.
  23. Referencias no encontradas en los ficheros:
  24. Hirohito. La primera referencia en los ficheros se remite a 1960
  25. Chichibu. Sin referencia en los ficheros, a pesar de su proyecto de visita en 1925.

Objetivo: Buscar un inventario, caso de que se hiciera, de los bienes de la Legación, especialmente ante la representación brasileña de los intereses japoneses ante la España Republicana a partir de Diciembre de 1937.

Acción: búsqueda en Base de Datos GUCI sobre la Guerra Civil Española 

Archivo Barcelona

  • No hay ninguna referencia directa

Inventarios

  • No hay ninguna carpeta dedicada en exclusiva a inventarios, y sólo ha sido encontrado uno con algunas de las obras vendidas por el ministro Yakichiro Suma.

Ruptura Relaciones

 

Objetivo:  Mirar la posibilidad de un inventario de bienes en la Legación tras la ruptura de relaciones

R-3195-25. Ruptura Relaciones

R-3195-26. Órdenes a los policías. Informes diarios de seguimiento de los policías

B) Archivo de Palacio Real

Siguiendo el consejo de los archiveros, busco en las series referentes a Reinados (Alfonso XIII), pero también la entradas referentes a Viajes en la serie Histórica, o a Jornadas en la serie administrativa.

  • RA13. (8831/44) Visita príncipe Chichibu. Suspendido
  • RA13 (8833/11) Visita a España de los Príncipes Nashimoto, 1908.
  • RA13 (1688/19) Folleto editado por la Filarmónica Madrileña durante su visita, 1909. También visitan el Museo Naval.
  • (1597/1) Visita príncipe Komatsu a San Sebastián, 1902
  • (8832/19) Visita príncipe Taxeito, Japón. Junio 1888.

 

C) Bibliografía Japonesa

  • Nenpyô: He consultado un anuario del período contemporáneo japonés.
  • Nihon Gaikô Shi. (Historia de las Relaciones Exteriores Japonesa).
  • Doran no supein hôkoku. Relato de un corresponsal del diario Asahi en España durante la guerra civil, que vive tanto en el bando nacional como en el republicano.

5. Datos obtenidos

5.1.Visitas imperiales

Se produjeron cuatro visitas de la familia imperial japonesa a España desde la apertura Meiji, en 1868. Fueron los príncipes Taxeito (nombre erróneo) (1888), Komatsu (1902), Nashimoto (1909)  y Takamatsu (1929). Todos ellos llegaron a Madrid, a excepción del primero, que aparentemente tuvo la entrevista con la familia real española durante su estancia veraniega en San Sebastián.

Hubo una cancelación de viaje, del príncipe Chichibu, en 1925, a causa de la enfermedad del emperador Taisho (1912-1925). El príncipe estaba en Londres al recibir las noticias sobre la gravedad de la situación de su padre y regresó a Japón en el primer barco posible por vía de Estados Unidos, dándose órdenes al buque Siberia Maru para que le esperara en San Francisco, forzase las máquinas y evitase incluso la escala en Honolulu para trasladar lo antes posible al príncipe a Japón. Necesitaba estar en Japón lo antes posible porque, ante el futuro reinado del Hirohito, entonces sin descendencia, el príncipe Chichibu pasaba a ser el segundo en la línea al trono y, por tanto, príncipe heredero. El gobierno japonés se disculpó al español, esperando que se comprendiera el cambio. (Carta del Ministro Pedro Quartin, Tokio, (2) (3) a Ministro de Estado, 11 de diciembre de 1925).

No hay constancia documental ni referencias de ningún tipo sobre la presunta visita del emperador Hirohito a España en 1931, cancelada a última hora. El único dato que podría sustentar tangencialmente semejante proyecto sería la presentación de credenciales a cargo de Juan Francisco de Cárdenas en febrero de 1931, sobre la que ha sido imposible encontrar referencias adicionales.

La relación entre las familias reales española y japonesa era excelente, tal como demuestran no solo estas visitas de los dos hermanos del emperador, sino también la visita a Japón del príncipe heredero español en el exilio, don Juan, durante su viaje de novios, a pesar de las posibles dificultades políticas entrañaba su realización durante la Segunda República y del mal comportamiento del entonces ministro español en Tokio, Santiago Méndez de Vigo y Méndez de Vigo, tal como recordó don Juan al entonces embajador de España durante su última visita a Tokio, en el año 1992. Las autoridades japonesas también subvencionaron a los misioneros españoles en Micronesia (Nan’yô), una muestra más de las buenas relaciones, a pesar de la distinta relación. Japón, además, tardó en reconocer el nuevo régimen republicano en España, diez días, mientras que China lo hizo de forma inmediata. La oposición gubernamental al nuevo régimen en España fue la razón de los diez días de retraso, tal como se puede comprobar en los archivos del Ministerio de Exteriores japonés, donde también tuvieron en cuenta la oposición desde Siam a la Segunda República.

Durante la guerra civil española, el diplomático de residencia en Madrid fue Teiichiro Takaoka, mientras que Makoto Yano permaneció en San Juan de Luz hasta el reconocimiento del bando franquista en 1 de diciembre de 1945.Quizás, para una investigación más profunda buscando familiares de antiguos trabajadores españoles en la legación japonesa durante la guerra civil, se podría buscar en la casa del funcionario auxiliar Javier de Castro y Calzado, que vivía en Castello 40, ppal. A. Para un listado completo de los trabajadores españoles, en la legación, el agregado naval y agregado militar.

5.2. Referencias a los jarrones

No ha sido encontrada ninguna referencia documental, ni ninguno de los dos diplomáticos consultados han podido acordarse de los jarrones.

Durante la guerra civil fueron incautados dos coches de la legación japonesa y varios cuadros. Tras la ruptura de relaciones, el ministro Suma vendió algunos cuadros de su numerosa colección particular, los diplomáticos vendieron sus pertenencias personales (cuatro coches y armarios) y la legación guardó los bienes de la legación en varios guardamuebles, aunque pudieron esconder la salida de los jarrones por medio de las grandes cajas donde sacaron los materiales, que se llevaron a dos guardamuebles, de los que se hace entrega de la dirección.

Según información provista por el embajador Hayashiya, la familia imperial tiene costumbre de regalar jarrones durante sus visitas al exterior, pero suelen ser más pequeños en cuanto a tamaño. El príncipe Takamatsu, por otro lado, se limitó a entregar al rey una caja de laca japonesa.

5.3. Posible venta durante la ruptura de relaciones

No hay constancia sobre la venta de jarrones, y los archivos solo proveen información relativa a la venta de bienes personales, tales como muebles o coches de los propios diplomáticos, algunos de ellos incluso habiendo de conseguir primero la licencia de importación. El régimen de detención domiciliaria fue muy laxo, según aparece en todas las esperando que ocurriera lo mismo con los diplomáticos españoles en Japón.

            Datos más importantes de los informes de seguimiento de la DGS.

25/III/1939. Listado con firma ilegible (¿Fernando Llorent?) de los 39 cuadros propiedad del ministro Suma enviados al Museo Nacional de Arte Moderno, que quedan en depósito y bajo la vigilancia del Museo. 1, 2, cabecera.

26/IV/1945. Visita de Kiuchi Tsuchiya al domicilio de Vázquez Diaz, en c/ María de Molina. De 11:00 a 11:30.

23/V/1945.  Suma va al domicilio Sr. Ascuaga. Después, al de Eugenio D’Ors (c/ Sacramento 1); después Objetos de arte en c/ Jovellanos, 4, y c/ Diego de León 55 (sin referencia adicional) y  c/ María de Molina  56, «casa de cuadros y molduras».

22/V/45. Retirada de los coches diplomáticos de la legación.

21/VIII/1945. La camioneta M-29679 saca tres cajones llenos precintados y lacrados de unos 70 centímetros aproximadamente, se marcha a rumbo desconocido con dos diplomáticos suizos. Esa misma tarde, Suma y Miura visitan la legación Suiza.

25/VIII/1945. Una camioneta Ford M-55.175 S/P efectúa un viaje al guardamuebles Madrid llevando muebles de oficina. 19:00 Una camioneta Citroën M-21353 sale para España Artística, Jovellanos 2, Casa Macarró, «cargada de cuadros de diferentes tamaños».

25/VIII/1945. Por orden del Ministro Suma, fueron escogidos seis cuadros  «entre la numerosa [colección] que dicho señor posee en la legación de Japón, trasladándose al domicilio del primer secretario, [Fumio] Miura, Viriato 57-59».  También se sabe que hasta la fecha han sido vendidos cuatro automóviles de la legación.

Venta de los coches de diplomáticos. Hasebe, un Citroën CD-396 lo vende al Sr. Lladó.  Kiuchi Tsuiya ha de efectuar la importación efectiva. Watanabe vende un Topolino CD-0142. Sakurai tiene un Buick. CD-67. Yagura, un DKW-69. Obayashi, un Citroën CD-397. Okawa, un Ford, matriculado en Lisboa CD. 12-40, tiene problemas con la importación por diferencia entre número de chasis.

24/VIII/1945: Una camioneta Ford M-55.175 S/P efectúa tres viajes entre la legación del Japón y el guardamuebles Madrid (Trafalgar, 36). En otra camioneta fueron conducidos cuadros de diferentes tamaños a la calle de Jovellanos 2, «España Artística».

20/VIII/1945. En camioneta de transportes M-29679 se sacan tres cajones lacrados y precintados. Sale con dos diplomáticos suizos a destino desconocido, presumiblemente la legación suiza.

7/IX/1945. El material sobrante y roto es sacado en una camioneta con maderas, puertas y dos armarios rotos para ser vendido en el Rastro.

6. Conclusión

Resulta imposible establecer la veracidad completa de la historia de los jarrones Satsuma tal como se refiere el comprador: ni parece que hubiera tal proyecto de visita a España en 1931 ni el seguimiento continuo de policías en 1945 permite demostrar una venta de los jarrones.

Respecto a la venta a raíz de la ruptura de relaciones, es improbable, aunque no es posible denegarla completamente, teniendo en cuenta esos cajones grandes donde se habrían colocado varios muebles, tal como señala el policía. La incertidumbre de esas relaciones podría haber llevado a la venta de un material valioso con el que recibir unos salarios de diplomáticos que llegaban muy difícilmente, especialmente tras el final de la guerra del Pacífico, y que sería confirmado por las denuncias de filipino-españoles en el vapor de regreso a Japón de disponer de unas cantidades de dinero importantes.

Tras la consulta de la documentación y de la bibliografía existente sobre esos años, considero que lo más probable es que esos jarrones llegaran a España con motivo de la visita del príncipe Chichibu a España, de noviembre de 1925, cancelada en Londres, su etapa previa, por la necesidad de regresar inmediatamente, y que ya estaba completamente preparada, tal como muestran tanto los archivos del Ministerio de Exteriores como del Palacio Real. El negro de las hojas de los crisantemos en los jarrones podría haber sido pintado como señal de luto por la muerte del emperador Taisho.

Para el porqué de que esos jarrones hayan llegado a manos privadas, considero tres hipótesis principales:

  1. La menos factible, aunque posible, es la explicada al comprador, tanto por la negativa del embajador Hayashiya como por lo difícil que resulta la venta de inventario del Estado japonés, algo que sería punible. Considero más probable que los jarrones desaparecieran de la embajada antes de la ruptura de relaciones de 1945, bien durante la guerra civil o, años más tarde, durante los primeros meses de la guerra del Pacífico.
  2. A favor de la desaparición durante la guerra civil, está la certidumbre del paso de milicianos y personal ajeno a la legación por sus dependencias, sin muchas posibilidades por parte de la legación de negarse a que fuera requisado. Ello pudo haber ocurrido tanto antes de la ruptura de relaciones como después, en que la legación de Brasil mostró quejas por el cuidado de la legación: se esforzó en mantener la inmunidad diplomática del edificio, pero proteger todos los bienes había de ser más complicado. A Teichiiro Takaoka, la Brigada Social le requisó la máquina de escribir de su casa (c/ Fernando el Santo 25) y parece difícil que esos jarrones pudieran pasarse por alto. A favor de esta hipótesis también está el hecho de que el Sr. Kaneda tampoco se acuerde de los jarrones: él estaba en Salamanca y solo regresó a Madrid tras el final de la guerra civil.
  3. Otra hipótesis plausible es su venta para el pago del espionaje en Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial. Por intermedio de Ramón Serrano Suñer, entonces ministro de Exteriores, la legación de Japón en España estuvo encargada de organizar el espionaje japonés en el continente americano, incluida la famosa red de espionaje TO, dirigida por el falangista Ángel Alcázar de Velasco. Por ello, la legación necesitó grandes cantidades de dinero que solo pudo ser enviado parcialmente por transferencia bancaria. Japón, así, envió un paquete de joyas Mikimoto a Madrid durante la Segunda Guerra Mundial, metido entre la valija diplomática española, para pagar espionaje, y también envió joyas por medio de los llamados blockade runner, o submarinos burladores de bloqueo que viajaban desde Asia Oriental a Europa. Las joyas Mikimoto fueron descubiertas por el espionaje aliado y al menos uno de los submarinos fue atacado y hundido, en la bahía de Vizcaya. Se supone que algún submarino tuviera éxito en su envío de joyas a la legación española, pero también es factible que la embajada nipona vendiera sus bienes más preciados para pagar algo tan importante en tiempos de emergencia nacional. A favor de esta hipótesis está el no recuerdo del embajador Hayashiya de los jarrones, puesto que él vivió en Salamanca hasta 1944, es decir, cuando ya se tenían que haber vendido, porque la red empezó a trabajar en 1942 y el propio Alcázar de Velasco hubo de salir en 1944 por el comienzo de una investigación militar, para lo que le ayudó la legación japonesa, y pasó los últimos días de la Segunda Guerra Mundial, de hecho, en Alemania y Suiza. No tengo constancia de ninguna comunicación japonesa sobre los jarrones, menos aún autorizando esa venta.
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