Monseñor Olano fue el último obispo de Guam, una vez que Estados Unidos avanzaba en sus esfuerzos por implantar religiosos propios en lugar de los españoles. Pero mientras esperaba esa sustitución, los japoneses ocuparon Guam y lo mandaron a Japón para poder a religiosos chamorros. Olano salió de Japón gracias al gobierno español, pero en India rechazó viajar a la península porque quería regresar a Guam lo antes posible. Efectivamente, regreso a esta isla a los pocos días de la de la expulsión de los japoneses, pero entonces quien le echo de la diócesis fueron los estadounidenses. Volvió a Guam, pasados los años, para morir como un chamorro, que fue su identidad preferida: Pale Scot, le llamaron. Quizás la vez que he tenido un público tan amplio y un apoyo tan largo, en plan rockstar, Olano es muy querido y que un español les hablara también de el, fue muy emocionante para ellos.
Que un español les hablara también de él fue muy emocionante para ellos. De ahí conozco dos palabras de euxkera: Egurpe, bajo la madera, la forma en la Olani y su ayudante, Jaúregui, se referían a un amigo que les ayudó mucho para entenderse, Underwood. Su hijo, Robert Underwood, ha sido gobernador de Guam, Rector de su Universidad, Senador en Washington (cuando vino, me trajo de regalo un trazo de las escaleras del Congreso para sujetar los libros, que las renovaron) y también ha aprendido esas dos palabras de euskera.
“Monsignor Olano, a Bishop in World War II.” Micronesian Journal of the Humanities and Social Sciences. 2 (2005): 85 – 101. ISSN 1449-7336