21 de febrero de 2018, sobre las cuatro de la tarde. Había madrugado para ir a Valladolid a una Jornada sobre Japón en la Escuela de Comercio de la Universidad de Valladolid, organizada por el activo entre los activos, Óscar Ramos, en una mesa presidida por una gran especialista en arte japonés. Tras comer, fui a un pub con música alta, El Continental, y me hacía ilusiones de echar una cabezadita con los sillones tan bien acoplados mientras esperaba a tomar el tren, porque al día siguiente tenía otra conferencia en la Universidad de León. No me dormía y disponía de tiempo libre, por lo que miré el correo en el móvil y ahí estaba el mensaje de Pablo Cantó, pidiendo hablar conmigo. Tardé un tiempo en contestarle intentando una siestecilla.
Como ni siquiera me adormilaba, acabé pidiendo un gin-tonic y llamé pidiendo disculpas por la música. No había otro remedio que hablar dentro del local; era invierno en Valladolid. Pablo Cantó fue alumno de la Facultad de Periodismo de la Complutense y me había escuchado hacía años hablar sobre Japón, por lo que cuando escuchó a la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, que el 8M haría huelga «a la japonesa, trabajando todavía más horas y demostrando las capacidades que tenemos», lo primero que se le ocurrió fue contactarme. Le dije eso de que «no hay muchas huelgas en Japón, pero son iguales que en Occidente» y le conté que la ministra Tejerina no era la primera en usar el término, porque en 1985 ya lo habían utilizado para una huelga de farmacias, aunque hay más casos. No lo definí como «leyenda urbana», eso lo hizo Héctor Martínez.
Salio en Verne, el suplemento de El País que cerró en marzo de 2021. Y al día siguiente, por la noche, el Gran Wyoming y Dani Mateo lo popularizaron con una broma de las suyas en El Intermedio.
A partir de ahí, la japonesidad de las protestas laborales se popularizó a base de disputa política y de inminencia feminista: la presidenta madrileña Cristina Cifuentes se sumó a la huelga imaginaria mientras que el presidente M. Rajoy refutó a su ministra en el pleno del Senado, aunque sin entrar en la veracidad o no de las «huelgas a la japonesa». Incluso una exministra de Cultura , Carmen Calvo Poyato, hizo una comparación incomprensible entre Nefertiti y las japonesas: «Desde Nefertiti las mujeres estamos a la japonesa. Queremos dejar de estar a la japonesa y estar a la ciudadana española». Uno de tantos comentarios «velocitocinescos» que quizás habría expresado mejor su hermano escritor y que luego fue quitado, pero que revela la premura cuando hay un tema político ardiente entre las manos. En fin, la polémica fue de vértigo, pero en cuando se pasó el último 8M normal, de antes de la pandemia, desapareció del todo. Otro granito de arena en pos de conocer Japón algo mejor.
Dejo aquí un pequeño listado de los artículos que desencadenaron la polémica:
«Las “huelgas a la japonesa” son un mito español» https://verne.elpais.com/…/articulo/1519233572_212359.html
«La “huelga a la japonesa” de Cifuentes y Tejerina, un mito español»
https://www.heraldo.es/…/la-huelga-japonesa-cifuentes…
«¿Existen realmente las “huelgas a la japonesa” o son una leyenda urbana?»
https://maldita.es/…/existen-realmente-las-huelgas-a…/
«No te quedes con que Cifuentes mienta»
«Rajoy se desmarca de Tejerina y Cifuentes y no se identifica con una “huelga a la japonesa”»
http://www.lavanguardia.com/…/rajoy-desmarca-tejerina…
«Rajoy: “No me reconozco en la manifestación de la huelga a la japonesa que ha hecho algún miembro de mi partido”»
https://www.eldiario.es/…/Rajoy-reconozco-manifestacion…
«Rita Maestre: “Lo de la huelga a la japonesa es una falta de respeto. Las mujeres tienen doble jornada cada día”»
https://www.eldiario.es/…/Rita-Maestre-huelga-japonesa…
«Desde Nefertiti las mujeres estamos a la japonesa. Queremos dejar de estar a la japonesa y estar a la ciudadana española»