La Academia Castilla, dirigida por ese puente cultural llamado Carlos Molina, ha sido la mejor escuela de español en Japón durante años. En parte, por estos congresos anuales con invitados de fuera para dar conferencias; les desangraba económicamente, pero les proporcionaba una fama excelente. En 1992, el Quinto Centenario, centrándome en las diferencias entre la presencia la presencia en América Latina y en Asia, donde eran preciso cruzar dos océanos y no hubo el balance entre misioneros y hacenderos.
Presencia hispana en Extremo Oriente desde 1898 – 1898 (1898nen ikô no kyokutô ni okeru supein. Tokio: Academia Castilla, 1992, pp. 121-126.