Balnearios para compartir

Uno de mis mejores recuerdos de Japón fue la charla pronunciada en el congreso de la Sociedad Japonesa de Historia de España. Vestía apenas el yukata, tras el baño en las aguas termales, y hablaba ante una mesa baja y con una cerveza de la que daba cuenta mientras era traducido. Me avisaron de que tuviera cuidado, porque en los cambios de posiciones en las piernas por eso de estar sentado en el tatami, parece que mostré partes que no se suelen enseñar en estos encuentros. El congreso anterior, ciertamente, fue mi única experiencia de un baño común, tal como era lo normal hasta los años cincuenta. Compartimos el baño con viudas de aviadores caídos durante la guerra del Pacífico. No fue muy excitante, pero siempre es un placer disfrutar de esos momentos con amigos, con familiares o con quien se tercie. Si hay algo de lo que disfrutan japoneses (y asiáticos) de toda edad y condición es con el baño y con las aguas termales. Nunca falta la inmersión diaria en agua caliente; no para limpiarse (eso es previo, el agua se mantiene limpia para usarla todos), sino para disfrutar y relajarse. Y hay aguas termales de todos tipos, con burbujas, con sales o al aire libre. Y bañeras especiales para parejas. En las que no se precisa conferencia alguna.

http://hemeroteca.lavanguardia.com/preview/2002/06/22/pagina-56/33985310/pdf.html

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